La aviación es uno de los sectores más difíciles de descarbonizar:
- Se prevé que el tráfico aéreo mundial se duplique de aquí a 2050, lo que compensará cualquier reducción de emisiones de CO2 que se obtenga gracias a la mejora tecnológica (por ejemplo, la eficiencia de los motores) o a las palancas operativas
- Las opciones de combustible alternativo, como el eléctrico y el hidrógeno, son muy limitadas debido a las restricciones de peso
En consecuencia, las SAF se perfilan como la principal opción para descarbonizar la aviación. Si bien el consumo de las Fuerzas Armadas Sudanesas está ganando impulso debido a los compromisos y reglamentos de las compañías aéreas (por ejemplo, RefuelEU Aviation, en vigor en Europa desde enero de 2025), su porcentaje sigue siendo reducido (por ejemplo, el 1,25% en el caso de Air France-KLM), y su expansión presenta importantes desafíos.
El desarrollo de las capacidades de producción de SAF requiere una inversión masiva.